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Burdeles como patrocinadores de equipos de fútbol

El fútbol sigue siendo el deporte rey en prácticamente todo el mundo, seguido por cientos de millones de personas en el planeta. Dominador claro en toda Europa y Sudamérica, en los últimos años incluso  los países asiáticos, africanos y norteamericanos se han unido a la fiebre futbolera. El fútbol de hoy en día, eso sí, tiene poco que ver con el que conocieron nuestros padres hace tan solo unas décadas. Todo se ha modernizado, y las tecnologías han traído nuevos bríos a un deporte que ya empezaba a languidecer con normas de principios del siglo XX. Sin embargo, el convertir al fútbol en un negocio también ha traído sus cosas malas. Se gana mucho dinero alrededor de este deporte, pero los abonos y entradas cada vez están más caros. Las camisetas de las estrellas se venden como rosquillas, pero sus precios son escandalosos. De alguna forma hay que mantener este gigante que produce millones, pero también los gasta.

Las fichas de los jugadores son un auténtico abuso, así como las cifras de sus fichajes. La llegada de numerosas familias oligarcas a equipos de toda Europa ha permitido inyecciones de capital impensables hasta hace poco. Y para poder competir en igualdad de condiciones, los clubes tienen que equiparar sus presupuestos, aumentar los beneficios. Esta carrera absolutamente desquiciada hacia delante, hacia el consumo, hacia la generación de ingresos, ha llevado a la quiebra a más de un club. Los que pueden mantenerse arriba son los que cuentan con un gran apoyo económico. Ya sea por patrocinadores, o por las propias primas obtenidas por sus triunfos, si no tienes presupuesto no puedes codearte con los grandes. Es una situación bastante injusta que está generando además situaciones surrealistas, como la supuesta Surpeliga Europea con la que ya se amenaza. Mientras tanto, equipos de gran tradición malviven en divisiones inferiores, incapaces de obtener el presupuesto suficiente para ascender. La situación se ha vuelto tan compleja que algunos clubes han tenido que recurrir a empresas de los más sorprendentes para poder sacar adelante sus proyectos…

La crisis económica en el deporte rey

¿Cómo es posible que uno de los deportes más seguidos y populares del planeta sufra una crisis económica? La respuesta la tenemos en esa falsa idea de crecimiento perpetuo que va aparejada a nuestro sistema capitalista actual. Se debe seguir generando siempre beneficios, cada vez mayores, para que el sistema siga funcionando. El problema es que el fútbol es algo más que un negocio, y al final se pierde la esencia que ha traído a tanta gente a los campos. Cuando ser de un equipo te cuesta todo un sueldo es que algo falla. Cuando los futbolistas cobran en un día lo que cualquier persona normal en un año, muchos se desconectan de esa realidad. La crisis se ha cernido silenciosa sobre el fútbol como un tsunami que amenaza con ahogar a la mayoría de equipos. Solo se salvarán aquellos que tengan billete de primera, comprado con un presupuesto al que los demás no pueden aspirar.

La prostitución como salvavidas

Si no eres el Real Madrid o no estás en manos de un jeque árabe o un oligarca ruso, tu equipo puede estar en serio peligro de desaparición. Es algo con lo que se nos lleva amenazando desde hace un par de años, y que se ha visto empeorado por la situación vivida con el Covid 19, en el pasado 2020. La vuelta a la normalidad en los estadios ha traído cierto respiro, pero la situación sigue sin ser halagüeña. Cada vez hay más diferencia entre equipos en una misma liga, lo que hace que la competición pierda emoción. Cada vez se abre más la brecha entre los poderosos y los humildes. Si no tienes un gran presupuesto, acabarás desapareciendo, sobre todo si juegas en una división inferior, donde no hay derechos televisivos.

El negocio del fútbol se ha convertido en una burbuja que no ha tardado demasiado en explotar, y ya estamos viendo las primeras consecuencias. Equipos de tercera división y categorías regionales que se esfuman por no poder competir en presupuesto con sus rivales. Si no tienes un buen sponsor, alguien que aporte dinero, no puedes seguir compitiendo. En su momento, en Argentina, hemos visto como constructores y empresas de bebidas han apostado fuerte por muchos equipos. En España, la situación se ha dado con empresas constructoras, cibernéticas y últimamente, casas de apuestas. Pero la prostitución también ha llegado a salvar a algunos equipos humildes en Grecia, que no han tenido reparos en aceptar el dinero de clubes y burdeles para salvarse.

Burdeles y sponsors

Pongamos todo esto en contexto. Larissa, una pequeña ciudad del centro de Grecia. Estamos en 2012 y la situación económica del país no es precisamente buena. La depresión que está sufriendo Grecia afecta a todos los sectores, incluyendo al deportivo. El equipo de la ciudad, Voukefalas, es un conjunto semiprofesional que aspira a llegar a una de las categorías importantes del fútbol heleno. Sin embargo, el presupuesto es ínfimo. No da casi ni para las equipaciones de los jugadores. Así que su presidente toma una decisión. Acude al burdel local, un negocio que pese a la crisis sigue en auge, y les pide ayuda. Y es así como el prostíbulo se convierte en el principal patrocinador del Voukefalas, salvándole en una situación desesperada.

Se da la situación de que en una ciudad muy cercana, otro equipo también decide llevar a cabo el mismo sistema para financiarse. El Hércules, un nombre heroico donde los haya, está patrocinado por el club All Day Bar, donde las chicas también ofrecen sus servicios sexuales a cambio de dinero. Sirva el ejemplo para entender cómo el fútbol necesita del dinero, sin pensar de donde venga. Tanto es así que en el caso del Voukefalas, el sponsor del burdel incluso obligó a cambiar sus camisetas. Durante el periodo en el que se mantuvo el patrocinio, los jugadores lucieron equipación blanca y rosa, con un gran y sugerente logotipo en el pecho. Era una situación surrealista, pero no descartamos que vuelva a darse próximamente, tal y como están las cosas.

¿Una simple relación comercial?

Cuando una marca determinada financia a un equipo o se convierte en sponsor es habitual que los jugadores hagan publicidad de dicha empresa. También hay muchos que reciben beneficios, desde teléfonos a coches, por pertenecer a un equipo patrocinado. No es extraño que los jugadores del Voukefalas preguntaran a su presidente, al conocer el extraño patrocinio, si tendrían algún tipo de ventaja especial… Sin embargo, parece que todo se quedó en el chiste fácil, porque la relación entre el prostíbulo y el equipo fue meramente comercial. Para muchos, el llevar el lego de un burdel en la equipación es todo un escándalo. Los partidos también son aptos para menores de edad, e incluso muchas aficionadas podrían sentirse ofendidas por este trato. Sin embargo, como decía el propio presidente del club, era un tema de pura supervivencia, de vida o muerte. Y esta vez el sexo volvió a salvar el día.